Las localidades que dan el nombre a los populares licores mexicano y peruano formalizaron un protocolo de hermanamiento para promover la cooperación en términos culturales, gastronómicos y comerciales.
Las ciudades latinoamericanas de Tequila, en México, y Pisco, en Perú, famosas por haber convertido a sus bebidas nativas en símbolos nacionales, se unieron en un protocolo de hermanamiento para profundizar su acercamiento y sus vínculos.
El tequila, que representa a la cultura mexicana en todo el mundo, y el pisco, que distingue a Perú ante otros países, pese a que Chile es su principal productor, fueron las bebidas invitadas al acuerdo.
El acuerdo de cooperación fue oficializado por el embajador de Perú en México, Alfredo Arosemena Ferreyros y el alcalde del municipio de Tequila, José Miguel Sánchez, quienes firmaron el protocolo.
El documento precisa que el hermanamiento buscará "tener lazos de amistad e intercambio turístico, cultural, gastronómico y comercial, ya que en nuestras venas corre la sangre de hermanos y por nuestras tierras el pisco y el tequila, que son los símbolos de origen e identidad que singularizan a nuestros pueblos y los hacen afines".
El tequila es la bebida mexicana por excelencia, reconocida así en más de 120 países de acuerdo a los datos del Consejo Regulador del Tequila (CRT).
Sus exportaciones superaron los 109 millones de litros en 2004 y se espera que este año haya un repunte al comenzar su comercialización en el mercado asiático.
El tequila es un aguardiente destilado del agave azul (planta agreste), que se produce en el municipio del mismo nombre en el estado de Jalisco, al oeste del país.
La diferencia entre esta bebida y otros aguardientes de agave radica en que se fabrica industrialmente, con normas y controles de calidad y tiene una denominación de origen.
La forma tradicional de beberlo es solo, sin mezclarlo con ningún otro componente y se acompaña de sal y limón.
Por su parte, el pisco, cuyos orígenes se remontan a tiempos precolombinos, es una bebida mestiza, preparada a partir de la fermentación de la uva, fruto de la adaptación de las cepas (quebranta, mollar o moscatel) traídas por los primeros españoles.
Durante la ceremonia de hermanamiento los representantes de Pisco y Tequila coincidieron en que "es trascendental que se respeten e impulsen las denominaciones de origen de las bebidas, para que sus consumidores en el mundo entero conozcan las virtudes de bebidas tan virtuosas".
El evento concluyó con un cóctel en el que los invitados degustaron diversas bebidas preparadas respectivamente con ambos aguardientes. (EFE)
