La Policía turca arrestó a 28 empleados de la Dirección de Telecomunicaciones y de una institución pública científica, por su supuesta implicación en una serie de escuchas ilegales a los máximos cargos del Estado.
La operación policial arrancó temprano en cuatro provincias de forma simultánea y acabó con 22 arrestos en la Dirección de Telecomunicaciones (TIB) y seis en el Consejo de Investigación Científica y Tecnológica (Tubitak), según informó el diario Hurriyet.
A los detenidos se les acusa de haber colaborado en operaciones de escucha policial ilegales a los máximos responsables del Estado, como el presidente, Recep Tayyip Erdogan; el primer ministro, Ahmet Davutoglu; el presidente del Tribunal Constitucional, Hasim Kilic; o el jefe del Estado Mayor, Necdet Ozel.
En estas operaciones no solo se habrían realizado escuchas a teléfonos normales, sino que también a los encriptados que usa la cúpula del Gobierno y la militar.
Entre los detenidos se hallan altos cargos como el anterior vicepresidente de Tubitak o el ex vicepresidente del TIB.
La operación forma parte de lo que Erdogan califica de "lucha contra el Estado paralelo", en referencia a las redes de simpatizantes del predicador islamista Fethullah Gulen, que durante años fueron dominantes en Policía y Fiscalía.
Tras años de firme alianza, gulenistas y seguidores de Erdogan escenificaron una abierta ruptura a finales de 2013 y desde entonces, el Ejecutivo realiza frecuentes campañas de "depuración" del aparato estatal de gulenistas o personas sospechosas de serlo.