El inicio de la redacción del texto fundamental coincide con el segundo aniversario del estallido social, fecha que terminó por consagrarse en un "nuevo pacto social".
Se espera que la jornada abra con los discursos de cada uno de los convencionales, donde podrán dar a conocer su visión sobre todo lo que debe consagrar el documento.
La Convención Constitucional, el órgano ciudadano encargado de elaborar la nueva Carta Magna de Chile, iniciará la redacción del contenido del texto este lunes, 18 de octubre, coincidiendo con el segundo aniversario del estallido social, histórica fecha que marca el inicio de las protestas de las que nació este proceso constituyente.
Tras intensas semanas de deliberación y trabajo, la asamblea concluyó el 7 de octubre pasado el articulado completo de su reglamento general, que regirá su funcionamiento interno, tras aprobar las normas de participación popular, de ética y de participación y consulta indígena.
En las reglas se establecieron siete comisiones permanentes que trabajarán en el contenido de la nueva Carta Fundamental desde este lunes.
Los grupos de trabajo son los siguientes: Comisión sobre Sistema Político, Gobierno, Poder Legislativo y Sistema Electoral; Comisión sobre Principios Constitucionales, Democracia, Nacionalidad y Ciudadanía; Comisión de Forma de Estado, Ordenamiento, Autonomía, Descentralización, Equidad, Justicia Territorial, Gobiernos Locales y Organización Fiscal; Comisión sobre Derechos Fundamentales; Comisión sobre Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico; Comisión sobre Sistemas de Justicia, Órganos Autónomos de Control y Reforma Constitucional; y Comisión sobre sistemas de conocimientos, culturas, ciencia, tecnología, artes y patrimonios.
Tras terminar la primera etapa de discusión, la Convención desplegó un trabajo territorial de una semana -hasta este domingo- en cada uno de los distritos electorales, con el objetivo de generar espacios de diálogo con la ciudadanía y retroalimentar las discusiones que se llevan adelante en el hemiciclo.
Se espera que la jornada de este lunes 18 abra con los discursos de cada uno de los convencionales, donde podrán dar a conocer su visión sobre todo lo que debe consagrar la nueva Constitución.
"El 18 de octubre se abre la discusión constitucional, se da un paso más. En el momento ya no negativo de decir 'no a lo que existe', sino positivo, de decir: 'cómo es la forma de la política que ahora queremos'. Yo vería el 18 de octubre, lo que ha venido después y la convención, como parte del mismo proceso constituyente", dijo en la víspera de la sesión el constituyente y abogado constitucionalista Fernando Atria (Apruebo Dignidad).
"El entusiasmo, la esperanza, la expectativa en el proceso constituyente, preocupación también, pero sobre todo esperanza, entusiasmo y expectativa, siguen igual a como estaban antes", aseguró.
Coincidió con Atria la convencional de Independientes No Neutrales Patricia Politzer, planteando que desde el 18 de octubre, "el país ha hecho múltiples demandas; creo que lo importante de la Convención es recoger esas demandas, fijar el marco constitucional y marcar el rumbo hacia donde Chile quiere ir".
En tanto, la convencional oficialista Cecilia Ubilla (UDI) enfatizó que "este 18 de octubre no hay nada que celebrar. Lo único importante es que vamos a llegar e iniciar el debate constituyente. Nos pasamos más de tres meses viendo el tema reglamentario. Siento que no hay nada que conmemorar".
Su correligionaria Constanza Hube enfatizó que "me parece muy importante poder atender a la evidencia y a la técnica, más que a la ideología sin argumentos: Esa es la manera en que yo veo que se tiene que empezar la discusión del debate constitucional de fondo".
La convención, la primera del mundo con paridad de género y formada en gran parte por ciudadanos independientes y de tendencia progresista, se instaló el 4 de julio y su objetivo es redactar antes de mayo de 2022 la nueva Constitución que sustituirá a la actual, vigente desde la dictadura militar.
El proceso constituyente fue la vía política para amainar la crisis social en la que estaba sumido el país a finales de 2019, la más grave en sus 31 años de democracia, que dejó miles de heridos y al menos una treintena de fallecidos.
